Barcelona - Ciudad Muchachos

La Ciudad de los Muchachos Casa Puig estuvo dirigida por el teniente de alcalde de Barcelona, Alfredo de Casanova Fernández. Tras la construcción de cinco nuevos pabellones con jardines, piscina y campo de fútbol al lado de la antigua masía, el conjunto fue oficialmente inaugurado el 21 de junio de 1951 bajo la presencia del alcalde de Barcelona Antoni Maria Simarro Puig y la asistencia de numerosas autoridades. Tres años después se abrió el último edificio, destinado a salón de actos, oficinas de la dirección, habitaciones y comedor para el profesorado.

Sin embargo, la realidad distaba mucho de aquellas buenas pretensiones porque el internado fue un auténtico centro de reclusión, donde los niños eran sometidos a una disciplina pseudo militar de gran trasfondo ideológico y, por consiguiente, adoctrinador de los valores del catolicismo y del régimen franquista. Estos niños, pertenecientes en su mayoría a las clases sociales más desfavorecidas, padecían a menudo todo tipo de castigos físicos (como azotes, beber un frasco de aceite de ricino o reclusión en cuartos oscuros) y psicológicos (como la prohibición de ver a los padres y familiares los días de visita semanal, la prohibición de mantener conversaciones después de la cena o reducir las raciones de comida). La enseñanza recibida era muy variada, habiendo especialidades en ciclos medios y superiores como comercio, idiomas, actividades artísticas e incluso acceso a estudios universitarios, según los casos. Tal y como narraba la prensa,

Tras finalizar el régimen franquista, en 1976 la institución pasó a ser gestionada por el Instituto de Asistencia Social del Ministerio de Gobernación, aunque un año más tarde cerraría definitivamente sus puertas puesto que el centro ya no representaba los valores ni la pedagogía de la nueva democracia a consolidar.