Vallcarca - Apeadero

      En 1903, la empresa Butsems i Fradera instaló una fábrica para extraer la piedra calcárea del macizo del Garraf. Siguió el modelo tan en boga de la época de construir una colonia industrial, con un puerto cerca para poder comercializar el cemento portland que fabricaba (uno de los más duros y de mayor calidad). La colonia prometía una vida autosuficiente: tenía mercado, escuela (aunque el destino de los alumnos fuera acabar trabajando en la misma fábrica), dispensario médico, un teatro-cine, campo de fútbol, una iglesia (construida después de la Guerra Civil), domingos de mercadillo y una Sociedad Recreativa.

Aislada en las Costas del Garraf, la colonia de Vallcarca no se salvó de las desgracias de la Historia. En 1918, estalló una epidemia de gripe que dejó decenas de muertos. Después vino la Guerra Civil. Varios obreros se alistaron como milicianos de la FEI y las JONS, formando el revolucionario Comité de Vallcarca, que fusiló a encargados de la fábrica en las mismas costas, en la zona denominada Pas de la mala dona (según documentos del Institut d'Estudis Penedesencs).